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Recuerdos del gasolino

Recuerdos del gasolino

Mi coche ya está jubilado. Hoy lo llevé al taller para desguace, que está en la otra parte de la ría de Bilbao, en la localidad de Erandio, bordeando la ría, lo mismo que Barakaldo. La ida al taller fue mi último viaje con el Hyundai Accent que me ha acompañado todos estos años y que ha hecho conmigo cientos de miles de kilómetros. La vuelta la he hecho en «gasolino».

Los que sois de la zona os sonará: un barco fluvial que une las localidades de Erandio y Barakaldo, de popular nombre «gasolino», y que, para mi sorpresa, aún sigue activo. Pensaba volver en bus pero al verlo no me resistí a hacer el viaje de vuelta en barca: «Los botes de la ribera de Erandio fueron fundados entre 1900 y 1906 para transportar viajeros de margen derecha a margen izquierda de la ría o al revés. Actialmente siguen en funcionamiento ofreciendo este servicio por 1 euro el trayecto y ofrecen también excursiones en grupo por la ría.»

Después de unos 25 años volví a montar en la barca. Durante al menos un par de años universitarios cogía diariamente el gasolino para ir y volver a la universidad desde Barakaldo. Aún no existía el puente de Ronteguí, ni había buses a la «uni» desde Barakaldo, así que tenía que andar unos 20 minutos de mi casa hasta el «gasolino», cruzar hasta Erandio, y ahí coger el bus a la uni. Total, todos los días se me iba, en aquellos tiempos, una hora ida y otra vuelta para ir a la facultad.

En 25 años ha cambiado bastante el entorno. Incluso el gasolino ha cambiado. Antes era una barcaza abierta, sin protección contra lluvias o tempestades. Hoy tiene una cobertura donde los usuarios esperan a que cruce la ría, en 3 ó 4 minutos. El precio también ha cambiado. Si mal no recuerdo, en aquellos tiempos costaba 2 pesetas (1,20 céntimos de euro). Hoy cuesta un euro. Fui el único pasajero que viajó en el gasolino esta vez.

Y el entorno ha variado bastante también. Lo que antes era una zona industrial bastante sucia, hoy es un garbigune (paseo) que bordea la ría, amén de muchas construcciones nuevas que antes no estaban. Eso sí, la ría sigue sucia como hace 25 años.

Hacía muchísimo tiempo que no pasaba por ahí. Donde antes había una subida hacia el colegio de los salesianos (mi camino habitual hace 25 años) hoy hay unas obras que cierran el paso, y hay que desviarse por la Renfe para poder dirigirse hace el centro de Barakaldo.

Decía Pablo Milanés «…el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos…» y qué razón tenía. Parecía que fue ayer, pero ya pasaron 25 años. Si vuelvo a tardar tanto, a la próxima me pilla jubiladísimo, si es que aún existe el gasolino…

Sobre el autor

Javier

Laico vicenciano, afiliado a la Congregación de la Misión y miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Gestiona y mantiene varias páginas web cristianas y vicencianas, incluida la Red de Formación "Somos Vicencianos", de la que es cofundador. Es también coordinador de la Comisión de Comunicaciones Internacional de la Familia Vicenciana. Como músico católico, ha editado varios discos. Es director y cofundador de Trovador, una reconocida compañía discográfica católica de España. Graduado en la Universidad Oberta de Catalunya con cuatro grados (Asistente de dirección, Gestión Administrativa, Recursos Humanos y Contabilidad Avanzada). Bilíngüe Español/Inglés. Trabaja en las Tecnologías de la Información, ofreciendo servicios de alojamiento, diseño y mantenimiento Web, así como asesoramiento, formación y soluciones informáticas, gestión documental y digitalización de textos, edición y maquetación de libros, revistas, flyers, etc.

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