Señor, tengo miedo
Tengo miedo
porque tu Evangelio es duro.
Tú lo sabes bien:
a Ti te clavaron en la estaca.
Seguir tu camino no es fácil
porque es ir contra corriente,
porque es amar a pesar de todo
(y amar a veces cuesta mucho),
porque es perdonar toda injuria,
porque es arriesgarse a ser tratado por loco,
porque es morir, para que Tú nazcas,
porque es estar con el débil,
porque es dar la vida.
Tengo miedo, Señor…
¿no me estás pidiendo demasiado?.
“Mi yugo es suave
y mi carga llevadera”.
“No me elegisteis vosotros a Mí,
yo os he elegido a vosotros.”
“Ten ánimo: Yo estoy contigo”.