Menú

Vindicación del Arte Cristiano

Vindicación del Arte Cristiano

Os recomiendo un artículo que ha caído de casualidad en mis manos, haciendo una búsqueda en Internet sobre el arte y el cristianismo, para un taller que estoy preparando. Fui a parar a una página que me era desconocida, Espacio Laical, del Consejo de Laicos de la Archidiocesis de La Habana (Cuba).

En un artículo titulado «Vindicación del Arte Cristiano«, publicado en el número 9 del órgano de comunicación del Consejo, su autor, Habey Hechavarría, hace un interesante recorrido y estudio sobre el Arte Cristiano, sus raíces e influencia en el ámbito religioso.

El artículo no es largo y se lee con interés. Es, en su conjunto, una reflexión sobre la interacción entre Arte y Religión, y cómo ambas realidades se han ido alimentando una a la otra a lo largo de la Historia. Termina el artículo con una reflexión de esta realidad en la historia presente, con sus retos y una ilusionante proyección hacia el futuro.

Comento algunos párrafos de este interesante artículo:

  • «Religión y arte, representando campos diferentes, son términos tan arraigados en los misterios del alma que numerosos investigadores les relacionan en una mutua y constante interfluencia«. Como bien comenta el autor, no es difícil reconocer la influencia de las creencias religiosas en el Arte, ya desde sus comienzos, en el Arte prehistórico. Tanto en las artes plásticas como en la música, las diferentes expresiones artísticas han vehiculizado las creencias religiosas y han sido expresión de las mismas, además de transmisoras de contenidos de Fe a otras gentes y culturas.
  • «No han sido pocos los creadores de las diversas manifestaciones que a través de sus obras, muchas de ellas verdaderos hitos en el devenir del tiempo y aún en la contemporaneidad, han revelado, directa o implícitamente, esa búsqueda profunda y universal donde pueden borrarse fronteras culturales y teológicas«. El arte es un cauce de expresión privilegiado donde se pueden transmitir conceptos, sentimientos y realidades que se expresan difícilmente de otra manera. El continente artístico hace que el contenido religioso llegue a las personas de una manera que también puede conseguir la predicación directa o la discusión filosófica, aunque con más dificultad.
  • «El arte continúa siendo en medio de la sociedad post-industrial una técnica sublimada que, si bien no puede cambiar el mundo, sí puede penetrar en el corazón y la mente del hombre«. Somos las personas las que tenemos la capacidad transformadora del mundo, de nuestra realidad. El arte tiene un gran contenido provocador, cuestionante. El arte cristiano, la música en particular, debe también de compartir este aspecto: mirando a Dios, pero anclado en la realidad. Personalmente me desazona escuchar canciones cristianas que olvidan esta doble dimensión de la Fe y convierten la cruz en un palo vertical nada más. Me explico: la doble dimensión «horizontal» y «vertical» de la cruz, como símbolo, debe de explicitarse también en nuestras composiciones: vertical, esto es, mirando a Dios (alabándole y expresando nuestra Fe y fidelidad hacia Él) y «horizontal» (mirando al mundo e iluminando la realidad humana desde la Fe, anunciando y denunciando, siendo, en definitiva, «sal de la tierra y luz del mundo»).
  • «Las sucesivas etapas del arte del Cristianismo y sus consideraciones, han conservado tres objetivos, jerarquizados o simultáneos, que están siempre presentes: cumplir una función pedagógica con respecto a la fe, decorar debidamente los espacios del culto u otros lugares donde se procura imprimir una huella espiritual y, además, favorecer el rito comunitario o la oración personal«. Es claro que el arte ha cumplido y cumple esta triple dimensión, que sintetizaría en catequetica, estética y litúrgica. Añadiría, no obstante, una cuarta dimensión que, aún estando siempre ahí a lo largo de la historia, rara vez se explicita; la definiría con dos palabras: evangelizadora y profética. Esto es: evangelizadora, en cuanto el arte (y pienso ahora en concreto en la música cristiana contemporánea) tiene un poderoso componente de anuncio, no sólo a creyente, sino también el ánimo de alcanzar a los no creyentes y proclamarles la Buena Noticia, cuestionarles su vida y acercarles al Evangelio desde el medio artístico. Y, además, profética, con el componente de denuncia de las realidades injustas, animando al hombre a que luche y trabaje por la transformación del mundo y, también, de la Iglesia.
  • «El auténtico arte sagrado para el Cristianismo no buscó ni busca otra cosa que ser una puerta abierta mediante la clave evangélica de múltiples recursos tradicionales y no tradicionales, una convocatoria al encuentro personal de cada receptor con la persona de Jesús, una invitación a través de la contemplación y de la participación sensorial, emocional, racional y espiritual en la oración cristificante«. En este sentido coincido plenamente con el autor y el arte cristiano, a través de las cuatro dimensiones que se han indicado en el párrafo anterior, tiene una importante labor que realizar en nuestra época. Sin duda en nuestra Iglesia debemos avanzar aún más en la utilización de los medios artísticos como expresión de nuestra Fe, no sólo «ad intra», también como una muestra de la riqueza, el tesoro escondido que llevamos en nuestras vasijas de barro, para que todo el mundo conozca a Jesucristo y el mensaje salvador que Dios nos ha revelado a través de Él.
  • «El artista, en su trabajo de amor, cumplido con la mayor impecabilidad y humildad posibles, es una imagen nítida del Dios Creador«. En nuestras reuniones de artistas cristianos éste es un aspecto que se indica muy a menudo: participamos de la dimensión creadora de Dios a través de nuestras obras humanas. En muchas ocasiones oímos a creadores cristianos, al presentar su obra, que Dios le regaló dicha composición. Detrás de esta expresión chocante hay una realidad profunda. Como cualquier hombre en sus labores y múltiples facetas, continuamos la obra de Dios que, se podría decir, dejó incompleta la creación para que el ser humano completase su proyecto.
  • «Sólo nos queda ser dóciles ante el gran regalo de la fe y los variados talentos que el Espíritu Santo, a la manera de dones, ha dispuesto sobre cada uno (y que no deben ser enterrados sino puestos al servicio de la Buena Nueva), escuchando la invitación, constante como las bendiciones, a apoyar y a laborar de millones de formas constructivas en las exigencias de la viña del Señor«. El artista cristiano, en particular el músico, reconoce su don con humildad, y en los conciertos de música cristiana contemporánea, poniéndose en el lugar que le corresponde: dejando que el Artista Mayor, Dios, sea el protagonista principal. Lo nuestro no debe ser un culto al artista, como tan mayoritariamente es en el mundo secular, sino al Artista divino, que se acerca a nosotros de múltiples maneras; también a través del Arte.

Podéis descargar el artículo completo pinchando sobre este enlace.

Sobre el autor

Javier

Laico vicenciano, afiliado a la Congregación de la Misión y miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Gestiona y mantiene varias páginas web cristianas y vicencianas, incluida la Red de Formación "Somos Vicencianos", de la que es cofundador. Es también coordinador de la Comisión de Comunicaciones Internacional de la Familia Vicenciana. Como músico católico, ha editado varios discos. Es director y cofundador de Trovador, una reconocida compañía discográfica católica de España. Graduado en la Universidad Oberta de Catalunya con cuatro grados (Asistente de dirección, Gestión Administrativa, Recursos Humanos y Contabilidad Avanzada). Bilíngüe Español/Inglés. Trabaja en las Tecnologías de la Información, ofreciendo servicios de alojamiento, diseño y mantenimiento Web, así como asesoramiento, formación y soluciones informáticas, gestión documental y digitalización de textos, edición y maquetación de libros, revistas, flyers, etc.

Comentar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.