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Yo también quiero resucitar

Yo también quiero resucitar

Acabo de llegar a casa del funeral de un amigo de toda la vida. Nuestras respectivas familias, la suya y la mía, somos amigos desde mi más tierna infancia, nos queremos y su hermana ha sido mi «tata» desde que mi primeros recuerdos.

Un cáncer se llevo su vida a los cincuenta y pocos años dejando desconsoladas, además de a su esposa e hijas, a su madre y a su hermana.

Abrazar a la madre, con sus ochenta y tantos años, desconsolada, ha sido abrazar el dolor y la angustia. Mientras lloraba y se aferraba a mi abrazo, me decía: «Me he quedado sola«. No he podido contestarle ni darle una palabra de aliento, sobraban las palabras, tan sólo devolverle el abrazo y darle todo el cariño que he podido, sumarme a su dolor y mostrarle mi cercanía. Su hermana también me abrazó y llorando me decía: «Javi, no lo entiendo, tú puede que lo entiendas pero yo no«.

El llanto desconsolado de mis amigas traía a mi memoria la noche oscura de la crucifixión de Jesucristo, y el dolor de su madre María.

Es difícil enfrentarse al tránsito final si no es desde una mirada de Fe. La muerte aparece como el fracaso definitivo. El mirar aquél cuerpo sin vida me trasladó al momento clave de mi Fe, aquella noche de pasión que rememoramos especialmente en la Semana Santa, pero que no tiene sentido, desde la Fe, si no va seguida de la esperanza y a promesa de Dios que la ilumina: la resurrección del Señor.

Hay un canto de Juanjo Elezkano (en el disco «A la fiesta del Señor») que consuela y alienta en estos momentos tan difíciles: «Yo también quiero resucitar» es muestra del anhelo del hombre de trascender su realidad actual hacia la «realidad de Dios», en donde —nos afirma la Palabra— ya no habrá más llanto ni dolor.

Si el Señor resucitó ¡qué alegría tan inmensa!
Porque hay otro mundo, hay otra vida y otra felicidad,
porque hay otro mundo, hay otra vida y otra felicidad.

YO TAMBIÉN QUIERO RESUCITAR,
SER FELIZ TODA LA ETERNIDAD,
Y VIVIR CON LOS QUE TANTO AMÉ
UNA PAZ QUE NO TERMINARÁ.

Si el Señor resucitó el final no está en mi muerte,
cuando llegue ese día
sé que mi Padre no me abandonará.

Yo no sé cómo será esa otra Nueva Vida.
Aunque tengo mis dudas en ti confío
¡Dios, Tú me salvarás!

El Señor conoce bien tus dolores y tus penas,
pero ten esperanza Dios no abandona,
siempre te apoyará.

Sobre el autor

Javier

Laico vicenciano, afiliado a la Congregación de la Misión y miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Gestiona y mantiene varias páginas web cristianas y vicencianas, incluida la Red de Formación "Somos Vicencianos", de la que es cofundador. Es también coordinador de la Comisión de Comunicaciones Internacional de la Familia Vicenciana. Como músico católico, ha editado varios discos. Es director y cofundador de Trovador, una reconocida compañía discográfica católica de España. Graduado en la Universidad Oberta de Catalunya con cuatro grados (Asistente de dirección, Gestión Administrativa, Recursos Humanos y Contabilidad Avanzada). Bilíngüe Español/Inglés. Trabaja en las Tecnologías de la Información, ofreciendo servicios de alojamiento, diseño y mantenimiento Web, así como asesoramiento, formación y soluciones informáticas, gestión documental y digitalización de textos, edición y maquetación de libros, revistas, flyers, etc.

2 Comentarios

  1. Evaristo Acebo Gutiérrez

    Hola, sólo deseo me hagan conocer el mail del padre Juanjo Elezcano, o su número telefónico… Tal vez no se acuerda de mi… Tengo 25 años queriendo contactarlo desde que estuvo en mi tierra de Quevedo en Ecuador… Todavía canto las canciones que compuso para mi pueblo y con mis hijos, es una tradición en cada Navidad, antes de nuestra cena cantar…

    Siempre que es navidad algo pasa aqui…
    Toda la gente parece que es feliz…

    Y yo deseo tener la felicidad de comunicarme con Juanjo para decirle que aquello que conversamos la noche antes de mi viaje a tierras lejanas sí llenó mi vida hasta hoy y estoy de pie en mi Iglesia sirviendo a mi comunidad con amor entrega y sacrificio… Ayúdenme a encontrarlo.

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  2. Teresa

    Imagino que el señor Evaristo Acebo Gutierrez ya habrá dado con el paradero de Juanjo Elezkano. Si no es así, sepa que lo puede encontrar en la Parroquia de San José de Romo en Guetxo (Bizkaia)

    Responder

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